martes, 22 de septiembre de 2009

Entrevista con Giuliano Carmignola.

El número de septiembre de la revista musical Audio Clásica (nº 148) incluye una entrevista con el violinista trevisano Giuliano Carmignola.
Un avance de la misma lo podéis encontrar en la propia web de la revista. Es el siguiente:

Pese a que en este ámbito cuenta con una envidiable carrera, ha sido la música barroca la que le ha servido para “sacudir” la discografía de la última década. Aprovechamos el lanzamiento de su disco de Pergolesi junto a Claudio Abbado para formularle algunas preguntas.
La trayectoria de Giuliano Carmignola resulta poco habitual. Inició su carrera como solista tras ser premiado en el Concurso Internacional Paganini de Génova en 1973. Ha estudiado con maestros como Nathan Milstein, Franco Gulli y Henryk Szeryng y ha interpretado las obras maestras del repertorio solista de los siglos XIX y XX (fue el intérprete del estreno italiano del concierto de Dutilleux) de la mano de directores como Eliahu Inbal o Giuseppe Sinopoli. Pese a ello, durante los últimos años se ha volcado en un repertorio, el barroco, considerado tradicionalmente poco exigente para un virtuoso. La primera pregunta es obligada.

Rafael Fernández de Larrinoa. ¿Qué hace la música barroca tan especial para usted?
Giuliano Carmignola. ¿Qué la hace especial? La música barroca deja mucho espacio a la fantasía y a la creatividad del intérprete. En las partituras apenas hay indicaciones dinámicas en comparación con la música clásica, romántica o, sobre todo, la contemporánea. Gracias a ello el ejecutante es muy libre de realizar una lectura libre y personal, de acuerdo con su capacidad, su sensibilidad y, desde luego, con su conocimiento de la praxis interpretativa.
R. F. L. Usted ha abanderado la música barroca italiana y ha sido reconocido de forma unánime por la crítica un consumado intérprete de Vivaldi, Locatelli y Tartini. ¿Son para usted éstos los compositores barrocos italianos más importantes?
G. C. Yo los definiría mejor como los compositores-violinistas más importantes del siglo XVIII. Es decir, ampliaron las proporciones del concierto solista y desarrollaron las posibilidades técnicas y expresivas del violín más que cualquier otro compositor.
La sintonía musical de Carmignola con Vivaldi viene de muy antiguo. Precisamente en Treviso, su ciudad natal, tuvo lugar el redescubrimiento de Vivaldi hace más de 50 años. Luigi Ferro, su primer profesor en el Conservatorio de Venecia fue violinista de la orquesta de la Scuola Veneziana, fundada en 1947 por Angelo Ephrikian para interpretar y redescubrir la música de Vivaldi. Posteriormente, Ferro marchó con los Virtuosi di Roma, con los cuales Carmignola tuvo la ocasión de tocar como solista entre los años 1970 y 1978.
R. F. L. La música instrumental barroca italiana ha debido luchar durante mucho tiempo contra numerosos prejuicios, especialmente cuando se la comparaba con la música instrumental de otros maestros como Bach o Händel, mucho menos abundante, por otro lado. ¿Qué destacaría de la música de los compositores italianos?
G. C. Algunos de los conciertos que he grabado son obras muy importantes en sí mismas… como los de Vivaldi. Entre ellos está, por ejemplo el Mi menor, un concierto de madurez con un movimiento lento de una expresividad verdaderamente atormentada. O el Si bemol mayor, que destaca por contar con una orquesta dividida en dos grupos, por la scordatura del violín solista (la cuerda de Sol ha de ser afinada en Si bemol) y por la cadenza al final del tercer movimiento.

(Más información en la revista)

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